domingo, 7 de abril de 2013

APOCALIPSIS 3:15-16

La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)
`Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman)
"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
Reina Valera Gómez (© 2010)
Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Quisiera que fueses frío o caliente!
Reina Valera (1909)
Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frío, ó caliente!
Sagradas Escrituras (1569)
Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni hirviente. ¡Bien que fueses frío, o hirviente!

ΑΠΟΚΑΛΥΨΙΣ ΙΩΑΝΝΟΥ 3:15 Greek NT: Westcott/Hort with Diacritics
Οἶδα σου τὰ ἔργα ὅτι οὔτε ψυχρὸς εἶ οὖτε ζεστός. ὄφελον ψυχρὸς ἦς ἢ ζεστός.
Revelation 3:15 New American Standard Bible (© 1995)
'I know your deeds, that you are neither cold nor hot; I wish that you were cold or hot.
 
 15   1492 [e]
15   Oida
15   Οἶδά
15   I know
15   V-RIA-1S
4771 [e]
sou
σου
your
PPro-G2S
3588 [e]
ta
τὰ

Art-ANP
2041 [e]
erga
ἔργα  ,
works
N-ANP
3754 [e]
hoti
ὅτι
that
Conj
3777 [e]
oute
οὔτε
neither
Conj
5593 [e]
psychros
ψυχρὸς
cold
Adj-NMS
1510 [e]
ei
εἶ
you are
V-PI-2S
3777 [e]
oute
οὔτε
nor
Conj
2200 [e]
zestos
ζεστός  ;
hot
Adj-NMS
3785 [e]
ophelon
ὄφελον
I wish
Inj
5593 [e]
psychros
ψυχρὸς
cold
Adj-NMS
1510 [e]
ēs
ἦς
you were
V-PSA-2S
2228 [e]
ē

or
Prtcl
2200 [e]
zestos
ζεστός  .
hot
Adj-NMS
 
 
La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)
`Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman)
"Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.
Reina Valera Gómez (© 2010)
Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Reina Valera (1909)
Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Sagradas Escrituras (1569)
Mas porque eres tibio, y no frío ni hirviente, yo te vomitaré de mi boca.

ΑΠΟΚΑΛΥΨΙΣ ΙΩΑΝΝΟΥ 3:16 Greek NT: Westcott/Hort with Diacritics
οὕτως ὅτι χλιαρὸς εἷ καὶ οὔτε ζεστὸς οὔτε ψυχρός, μέλλω σε ἐμέσαι ἐκ τοῦ στόματος μου.
Revelation 3:16 New American Standard Bible (© 1995)
'So because you are lukewarm, and neither hot nor cold, I will spit you out of My mouth.
 
 16   3779 [e]
16   houtōs
16   οὕτως
16   Thus
16   Adv
3754 [e]
hoti
ὅτι
because
Conj
5513 [e]
chliaros
χλιαρὸς
lukewarm
Adj-NMS
1510 [e]
ei
εἶ  ,
you are
V-PI-2S
2532 [e]
kai
καὶ
and
Conj
3777 [e]
oute
οὔτε
neither
Conj
2200 [e]
zestos
ζεστὸς  ,
hot
Adj-NMS
3777 [e]
oute
οὔτε
nor
Conj
5593 [e]
psychros
ψυχρός  ,
cold
Adj-NMS
3195 [e]
mellō
μέλλω
I am about
V-PIA-1S
4771 [e]
se
σε
you
PPro-A2S
1692 [e]
emesai
ἐμέσαι
to spit
V-ANA
1537 [e]
ek
ἐκ
out of
Prep
3588 [e]
tou
τοῦ
the
Art-GNS
4750 [e]
stomatos
στόματός
mouth
N-GNS
1473 [e]
mou
μου  .
of me
PPro-G1S
 
15.

Tus.

En cuanto al énfasis del singular, ver com. cap. 2:2.

Obras.

Ver com. cap. 2:2.

Ni eres frío ni caliente.

Se ha sugerido que esta expresión figurada debe haber tenido un significado especial para los cristianos de Laodicea. Uno de los principales lugares de interés de esa comarca es una serie de cascadas de agua salobre proveniente de las termas de Hierápolis. Las cascadas forman piletas naturales de agua tibia, muy apreciadas por los turistas. Los informes históricos y las ruinas de Hierápolis no dejan duda de que el agua termal fluía en el primer siglo d. C. El agua tibia era, pues, algo familiar para los laodicenses; describía adecuadamente su condición espiritual.

La tibia condición espiritual de la iglesia de Laodicea era más peligrosa que si hubiera estado fría. El cristianismo tibio retiene la forma y hasta el contenido del Evangelio en cantidad suficiente para adormecer las facultades de percepción del espíritu. Esto hace que los creyentes olviden el esfuerzo diligente que es necesario hacer para alcanzar el alto ideal de una vida victoriosa en Cristo. El típico cristiano laodicense está contento con el rutinario transcurrir de las cosas y se enorgullece del poco progreso que hace. Es casi imposible convencerlo de su gran necesidad y de cuán lejos se encuentra de la meta de la perfección.

Puesto que los mensajes a las siete iglesias reflejan el curso completo de la historia de la iglesia cristiana (ver com. cap. 1: 11; 2: 1), el séptimo mensaje debe representar la experiencia de la iglesia durante el período final de la historia de este mundo. El nombre Laodicea sugiere el último paso en el proceso espiritual del cristiano: la perfección de "un pueblo juzgado" (ver com. cap. 3:14) y hallado justo. Además, implica que la preparación de este pueblo y el procedimiento divino de determinar que son justos, concluirán al final del período (ver com. Dan. 8:13-14; Apoc. 3:8; 14:6-7). Por lo tanto, el mensaje para Laodicea se aplica en un sentido especial a la iglesia desde 1844 hasta el fin del tiempo (ver Nota Adicional al final del capítulo). Este lapso puede describirse como el período del juicio.

El mensaje de Laodicea se aplica a todos los que afirman que son cristianos (ver 6T 77). Los adventistas del séptimo día han reconocido por más de un siglo que el mensaje a los laodicenses también tiene una aplicación especial para ellos (ver Jaime White, RH 16-10-1856; cf. 1JT 41-44). El reconocimiento de esta aplicación es una constante reprensión contra el engreimiento y un estímulo para vivir íntegramente de acuerdo con el modelo de una vida perfecta en Cristo Jesús (ver com. cap. 3: 18).

Ojalá.

Un estado espiritual de tibieza produce una disminución de la vigilancia, lentitud en las reacciones e indecisión. Si la iglesia de Laodicea fuese fría, el Espíritu de Dios tal vez podría convencerla más fácilmente de su peligrosa condición.

¿Por qué es preferible una condición de frialdad a una de tibieza? Las siguientes palabras proyectan luz al respecto: "Al Señor le agradaría que los tibios, que creen que son religiosos, nunca hubieran mencionado su nombre. Son una carga continua para los que anhelan ser fieles seguidores de Jesús. Son una piedra de tropiezo para los incrédulos" (IT 188).


16.

No frío ni caliente.

Ver com. vers. 15; cf. IT 188- 2T 175-176.

Te vomitaré.

La figura del agua tibia prosigue hasta su lógica conclusión. Nuevamente, conviene recordar el agua de Hierápolis, que además de ser tibia, tiene mal gusto por su contenido mineral. Esta agua desagrada, produce náuseas; el que la bebe casi involuntariamente vomita. Ver 3JT 15.

NOTA ADICIONAL DEL CAPÍTULO 3

El tono severo e inflexible del mensaje a la iglesia de Laodicea ha hecho que algunos concluyan que no hay esperanza para los cristianos de esta "iglesia" a menos que transfieran su feligresía a la "iglesia" de Filadelfia; pero esa conclusión no concuerda ni con el contexto ni con los principios de una correcta interpretación. Ver com. cap. 1: 11, y nótese lo siguiente:

1. Esta hipótesis supone que la "iglesia" de Filadelfia existe simultáneamente con la de Laodicea; pero si hay razón para entender que Filadelfia es simultánea con Laodicea, hay igual razón para pensar lo mismo de cualquiera o de todas las demás iglesias. Si se considera que es posible emigrar espiritualmente de Laodicea a Filadelfia, no hay ninguna razón válida para que no sea igualmente posible -y deseable- emigrar, por ejemplo, de Laodicea a Efeso, o de Sardis a Esmirna. Además, si se consideran coexistentes dos o más períodos, se interrumpe el esquema consecutivo. Los mensajes individuales dejarían de tener una relación específica y cronológica con la historia, y no habría ninguna base válida para creer que el mensaje de Laodicea tiene una mayor y específica importancia para nuestro tiempo que para cualquier otro.

El mensaje que se envía a cada una de las siete "iglesias" se aplicará específicamente a la iglesia cristiana en un determinado tiempo de la historia, sólo si se acepta que las siete "iglesias" representan siete períodos consecutivos que abarcan la era cristiana, y que cada mensaje tiene una aplicación específica sólo en un período específico. Sólo así puede considerarse a los cristianos de cualquier período como pertenecientes a una "iglesia" en particular, y únicamente así el mensaje de Laodicea puede aplicarse de una manera especial a la "iglesia" de nuestro tiempo. Por lo tanto, cuando se consideran cronológicamente las siete "iglesias", o se afirma que representan períodos específicos de la historia, no es posible que los cristianos de un período puedan emigrar espiritualmente a otro.

2. La hipótesis de que los laodicenses deben dejar su "iglesia" para unirse con la de Filadelfia para ser salvos, se basa en la idea de que cada "iglesia" representa únicamente un estado o condición espiritual particular. Es cierto que cada una de las siete tiene sus problemas característicos y que los consejos, las amonestaciones y las promesas que se dirigen a cada una son apropiados para todas. Pero es igualmente cierto que algunas de las "iglesias" reflejan un estado o condición espiritual más deseable que otras.

Ahora bien, es bueno que el cristiano diligente de cualquier período de la historia haya aspirado y aspire a reflejar las características deseables de todas las "iglesias" y a ser digno de recibir las diferentes promesas hechas a ellas. Así también debe procurar evitar sus características indeseables y prestar atención a las amenazas y amonestaciones que se les dirige. Pero cuando los mensajes se consideran desde este punto de vista, son intemporales en su naturaleza; el lector diligente los aplica a su propio caso pues considera que pueden suplir sus necesidades personales, sin pensar en que vive en un determinado tiempo. No tiene necesidad de pasar simbólicamente su feligresía de una a otra iglesia.

3. Hablando en términos generales, se dirigen palabras de alabanza a todas las "iglesias", excepto a Sardis y a Laodicea; palabras de reprensión a todas, salvo a Esmirna y Filadelfia, y palabras de promesa a las siete, y por esta razón se ve que las "iglesias" tenían miembros deseables e indeseables. Pero en ningún caso aconseja Cristo a los miembros leales de una "iglesia" que se supone que es desleal, que transfieran su feligresía espiritual a otra cuya condición espiritual parece preferible. Si este fuera su propósito, tendríamos derecho a esperar una clara exhortación a salir de Sardis o Laodicea, similar, por ejemplo, a la exhortación para salir de Babilonia (cap. 18:4). Pero la Inspiración no ha registrado ninguna exhortación al respecto a Laodicea ni a ninguna de las otras "iglesias". En cada caso el remedio para el mal prevaleciente ha sido un sencillo y enfático: "Arrepiéntete" . A los cristianos leales de la "iglesia" de Efeso que habían caído y "dejado" su "primer amor", no se les aconsejó que emigrasen a Esmirna (cf. cap. 2:4-5). A los del período de Pérgamo que albergaban las doctrinas de Balaam y de los nicolaítas (vers. 14-15), no se les dijo que transfiriesen su feligresía a Efeso o a Esmirna. La "iglesia" de Sardis estaba casi muerta (cap. 3:2), pero a sus miembros fieles no se les ordenó que se mudaran a Filadelfia. Similarmente, a los cristianos leales del período de Laodicea no se les ordena que se hagan miembros de Filadelfia; por lo menos no lo hace Cristo, el testigo verdadero al dirigirse a los de Laodicea. Pero se les dice , como laodicenses, que se arrepientan y hallen en Cristo el remedio para todos sus defectos de carácter (vers. 18-20).

La idea de que el cristiano puede mejorar sus perspectivas de salvación recurriendo al escapismo de una emigración espiritual y practicando una forma de justicia que cree que es superior a la de otros cristianos, está claramente en desacuerdo con las enseñanzas de nuestro Señor (cf. Luc. 18:9-14). En la parábola de la cizaña (Mat. 13:24-30, 37-43) el dueño del campo ordenó que el trigo y la cizaña debían "crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega" (vers. 30). La cizaña no debía ser desarraigada por manos humanas, ni tampoco trasplantarse el trigo a otra parte. Sólo cuando los ángeles segadores junten el trigo en el alfolí del Dueño y quemen la cizaña, habrá una separación general de justos e impíos (vers. 30, 39-42).

Los miembros de la antigua iglesia de Laodicea no habrían mejorado su condición espiritual con mudarse a la ciudad de Filadelfia. El propósito de Dios para la "iglesia" de Laodicea no incluye un plan de emigración espiritual a alguna de las otras "iglesias" del Apocalipsis, sino más bien una transformación completa del corazón y de la vida (ver com. Apoc. 3:18-20). Cualquier otra solución que se proponga para los males de Laodicea sólo hará de la persona un hipócrita.

4. Es verdad que a ninguna otra "iglesia" se le dirige una reprensión tan incisiva como a la "iglesia" de Laodicea; pero también es cierto que a ninguna otra se le ofrece una evidencia más tierna del amor de Cristo, una comunión más íntima con él, o una recompensa más gloriosa (vers. 19-21). El mensaje para Laodicea no significa un rechazo incondicional, como tampoco lo son los que se dirigen a las otras "iglesias". Si la pobreza espiritual de los laodicenses fuese irremediable, el Testigo verdadero no les ofrecería "oro"; si su vista espiritual no tuviese cura, no les ofrecería el "colirio" celestial; si su desnudez "espiritual" no tuviese esperanza, no les ofrecería sus propias "vestiduras blancas" (ver com. vers. 17-18).

Es evidente que hay vencedores en Laodicea (vers. 2 l) como en cada uno de los períodos anteriores de la historia de la iglesia, y a estos vencedores de Laodicea es a quienes se les da la promesa de sentarse con Cristo en su trono.